Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
En las Navidades cometemos demasiados excesos, tanto de comida como de alcohol. Tenemos muchas relaciones sociales; los amigos, la familia… y evidentemente son fechas difíciles de controlar. Los trastornos o los síntomas debidos a los excesos, tanto de comida como de bebida, en estas fechas son variados, desde la distensión estomacal, pasando por las flatulencias, la aerofagia, incluso las cefaleas y dolores de cabeza.
Una comida o cena típica navideña suele tener en torno a 1100 o 1200 kcal o incluso más. Hay que tener en cuenta que, diariamente, las recomendaciones de energía para un adulto medio con una actividad física normal, suele ser entorno a las 2000 kcal. Por tanto, más del 50% de las necesidades las estamos cubriendo en una sola comida, lo cual representa un exceso calórico importante.
Esta sobreingesta supone un aumento de peso medio en España de entre 2 a 5 kilos aproximadamente, y complicaciones asociadas, como puede ser un aumento del colesterol en sangre o de los triglicéridos, que están directamente relacionados con el perfil lipídico de la dieta que tomemos.
Para evitar los problemas de los excesos navideños, resulta muy interesante planificar previamente los menús. Podemos hacer unos primeros platos con sopas, verduras de temporada, como la berenjena o la alcachofa, continuaremos con la carne o el pescado que hayamos preparado, pero, preferentemente, al horno o a la plancha.
Tomaremos mucha agua con la comida, evitando en la medida de lo posible el consumo de alcohol, ya que son calorías vacías. Debemos tener cuidado con los postres y los dulces y también con el café, mostrando moderación con todos ellos. Después, en la sobremesa, con la familia, es importante que no nos olvidemos del ejercicio. Salir a pasear 45 minutos o una hora harán que nuestro estómago haga una digestión mucho menos pesada.
Respecto a la dieta, para compensar los excesos de calorías y grasas de las celebraciones, durante el resto de los días deberíamos “compensar calóricamente” nuestra alimentación, reduciendo los contenidos en grasas y en azúcares, y aumentando el consumo de frutas, verduras y alimentos menos calóricos y saciantes.
Las plantas medicinales nos pueden ayudar mucho en estos excesos navideños, por ejemplo, el cardo mariano, cuyo principio activo –silimarina- es un potente antioxidante y patoprotector que nos va a ayudar con las comidas y el alcohol.
Los preparados de cardo mariano actúan protegiendo al hígado de los excesos que podamos cometer contra él. Por ejemplo, previene la toxicidad producida por el acohol pero, además, tiene un efecto hepatoregenerador, con lo cual, el daño que hayamos tenido en el hígado, tomando cardo mariano, en cierta medida, lo podemos corregir
entrada anterior