Comienza la cuenta atrás para la llegada del verano. A medida que van pasado las semanas y nos vamos acercando a la época estival, más prisas entrar por bajar esos kilos de más. La semana pasada en nuestro artículo Comienza la “operación bikini”. Dietética y nutrición os dimos las claves para perder peso siempre de forma saludable y sin poner en riesgo la salud.
Los dos pilares fundamentales son: dieta equilibrada y realizar deporte de forma regular. A esto podemos añadir una serie de complementos y suplementos dietéticos que pueden ayudarnos a mejorar los resultados. Eso sí, en caso de estar interesado en estos productos, te recomendamos contactar con nosotros. En Farmacia Paco y Clara contamos con un equipo profesional que te asesorará sobre qué suplemento dietético es mejor para ti y cómo debes tomarlo.
Dicho esto, queremos centrarnos en uno de los problemas más comunes que hace que cualquier dieta acabe fracasando. Nos referimos a los ataques de hambre. Hay ciertos momentos o épocas donde sin saber muy bien por qué nuestro apetito aumenta. Arrasamos con la despensa en cuestión de segundos o simplemente no paramos de picotear entre horas.
Estas situaciones pueden echar por borda todos los esfuerzos de la dieta y del deporte. Para evitar que esto ocurra, queremos explicarte algunas de las situaciones más comunes que nos llevan a esos ataques de hambre y cómo podemos controlarlos. Solo así conseguirás alcanzar tu objeto: bajo de peso saludablemente.
Situaciones que pueden provocar ataques de hambre
Estrés o nervios
Una de las situaciones más comunes y que todos conocemos son los ataques de hambre por estrés o nervios. Todos hemos sufrido esta situación en algún momento. Hay gente que frente a estos casos se le quita el apetito mientras que otros acaban comiendo más. Pensamos que comiendo vamos a encontrar esa estabilidad emocional que necesitamos y nada más lejos de la realidad. Lo único que se conseguirá es un sentimiento de culpa. Te sentirás peor y encima aumentarás de peso.
En épocas de estrés o nervios, lo mejor es relajar la mente y buscar una actividad que nos relaje como puede ser salir a caminar, hacer deporte o leer un libro, entre otras cosas. Y en caso de no poder dejar de picar, opta por alimentos sanos como fruta, frutos secos -cuidado con las cantidades-…
¿Hormonas?
Hay días donde las hormonas están más revolucionadas lo que provocará una mezcla de bajón anímico, ansiedad, malestar, tristeza o intranquilidad. Este les ocurre sobre todo a las mujeres, en especial cuando están con el periodo, si han entrado en la menopausia o si están en edad fértil. La mezcla de dulce y salado en habitual en estas situaciones.
Sin embargo, se puede controlar el ataque de hambre. Puedes optar por tomarte un puñado de frutos secos, por beber una bebida de soja o por tomar un snack saludable como fruta o un trozo de pan integran con una rodaja de pavo, por ejemplo. También el chocolate negro puro puede ayudarte a quitarte esa necesidad de comer algo dulce.
Recompensa de fin de semana
En este grupo entrarían aquellas personas que de lunes a viernes cuidan su alimentación, pero al llevar el fin de semana dan rienda suelta. Si encima le sumamos el aburrimiento de estar en casa, las visitas a la nevera serán más frecuentes. En otras palabras, los atracones del fin de semana pueden llevarte a ganar kilos de más.
Lo mejor para evitar los atracones del fin de semana es seguir una dieta equilibrada y darte un capricho el fin de semana. Cuando hablamos de darse un capricho significa, por ejemplo, cenar una pizza el sábado o tomar un helado de postre. Por tanto, significa pasarse con sentido común, permitirse un capricho, no pasarse en todas las comidas.
Cansancio y agotamiento
Finalmente, otra situación muy común por la que tenemos atracones de hambre es cuando estamos cansados y agotados. En esos momentos, vamos a la nevera y optamos por alimentos ricos en grasas y azúcares como bollería, chocolate… Estos productos nos proporcionan azúcares de absorción rápida haciendo que se dispare los niveles de glucosa. Sin embargo, esos niveles caerán en picado rápidamente. Por tanto, no se consigue energía, pero si engordar.
En estas situaciones, lo mejor es preparar platos que te aporten energía. Por ejemplo, la zanahoria y la remolacha aportar fuerza mientras que los frutos secos proporcionan hidratos que se liberarán a lo largo del día ayudándote a combatir el cansancio. Por tanto, si estás cansado, toma un puñado de frutos secos a media mañana.