A veces sentir ansiedad es necesario pues provoca en el organismo una reacción física y anímica para hacer frente a situaciones difíciles o desagradables, mediante la liberación de adrenalina en el torrente sanguíneo.
Pero cuando el grado de ansiedad es excesivo o surge sin motivo aparente, su efecto es contraproducente, al poder llegar a paralizar a la persona o hacer que las preocupaciones y temores normales de la vida se conviertan en obsesiones.
Si sufres de ansiedad normal no debes preocuparte y sabrás distinguirla porque será la antesala de una entrevista importante, un examen o el resultado de una prueba. En cambio, si se experimenta aprensión sin motivo aparente o si esta es exagerada, sí que has de intentar y conseguir deshacerte de ella.
Aunque es un estado emocional provoca síntomas físicos como:
• Dolor de cabeza, abdomen y espalda.
• Insomnio.
• Tensión muscular
• Mareo
• Náuseas y vomito
• Diarrea
• Micción frecuente
• Signos de pánico como son: sudoración, palpitaciones, respiración jadeante.
• Cansancio, debilidad o apatía
Generalmente los síntomas desaparecen cuando lo hace el motivo, pero algunas personas sufren ataques recurrentes de ansiedad, llegando a tener ansiedad crónica.
CONSEJOS PARA COMBATIR LA ANSIEDAD
1. Puedes combatirla con alimentación, pero no comiendo en exceso que es lo que solemos hacer cuando sentimos ansiedad debido a que nos crea sensación de hambre. Sino que este es el momento es clave para ganarle la batalle introduciendo alimentos ricos en magnesio, vitaminas del complejo B, E, fibra y triptófano (aminoácido precursor de la serotonina, que es un neurotransmisor cerebral relacionado con el ánimo y que participa en el control del apetito), que es lo que nuestro organismo necesita en ese momento. Así, te estarás ayudando si cuando sientes ansiedad consumes:
• Almendras, nueces, avellanas. Gran fuente de vitamina E, magnesio, fibra y proteína.
• Gelatina sin azúcar. Al ser agua casi al 100% nos ayudan a mantenernos hidratados y sentirnos saciados sin aportar calorías de más.
• Vegetales crudos, bajos en calorías y altos en fibra como la zanahoria o el pepino.
• Zumo de naranja o limón. La vitamina C ayuda a reducir la secreción de cortisol, responsable de transmitir el estrés por el organismo.
• Huevos
• Plátano. Ayudada a producir serotonina.
• Frutas deshidratadas
• Yogurt descremado
• Avena
• Pescado
2. Para combatir el insomnio puedes recurrir a las infusiones de manzanilla, raíz de valeriana, flores de tila y melisa, que tienen propiedades sedantes.
Para mitigar la ansiedad también se recomiendan las infusiones de romero, pasionaria e hisopo.
Una bebida eficaz y riquísima para tomar antes de dormir con la que relajas el cuerpo y la mente, aportando un sueño agradable la lograrás tomando en infusión dos cucharaditas de flores de manzanilla o dos bolsistas, junto con flores de tilo y cuatro clavos.
3. En homeopatía ayuda el Gelsemium, Argentum nitricum y Aconitum.
4. Aromaterapia: inhalar gotas de acetites esenciales de albahaca, lavanda, sándalo, mejorana, manzanilla, incienso, pachuli, melisa e ilang ilang. Por supuesto, no de todos, cada uno tiene distintas propiedades, probad el que mejor os funcione.
5. Remedios de Bach como el castaño blanco, scleranthus o agrimonia.
6. Acupuntura. Este antiguo tratamiento puede ser de gran utilidad.
7. Por supuesto practicar yoga, meditación y mindfulness.
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